30/12/09



Yo solo bailo cuando tu estas.
29/12/09

Te perdí por un viaje estúpido

La encontré cerca al cine del Ovalo Gutiérrez. Su rostro parecía un caramelo de nieve. Tenia dieciséis años y su onda era la de vestirse de negro y escuchar todo lo que cante Jared Leto. Dejo caer un artefacto en el orificio de mi oreja y sangré.

Hasta ahora.

Ese día, me había mudado a la casa de mi abuela. Mi abuelo decía que había visto un fantasma, justo al salir del baño, apenas abrió la puerta. Como una luz circular. Sin saber quién o qué era le pusieron un nombre: Joaquín, el fantasma. Le servían vasos de Coca Cola en la noche y en la mañana amanecían vacíos. Yo sabia que era Tina, la empleada.

Después de conocer a Joaquín salí en la noche de mi nueva casa, sin saber si él me acompañaba o no, o si estaba ya haciendo cola en el cine. A mi San Isidro siempre me pareció un bonito distrito. Como para dejarse llevar.

Pero era de noche y me miraste, con tus ojos que no son azules ni grises y te perdí por un viaje estúpido.

Tus piernas largas en tu cuarto, yo que dibujo algo por ahí, en el mueble mientras que me cantas en alemán. Ladeas tu cuerpo hacia el mío. Tu boca roja con sabor a whisky en el treceavo piso de la casa de mis abuelos, mirando todo Conquistadores y amarrándote los pies para que no seas cometa. La mancha en tu pantalón por la cera guinda de la escalera. Sangre en tu espalda, niña.

Desaparecí tres años.

Nunca vi Good Bye Lenin. Olvide quién era Lichtenstein, no visite a Joaquín, mis abuelos murieron, no pise San Isidro (solo para sacar mi pasaporte e irme) y cada vez que la S pasaba por tu casa dejaba de respirar. A mi me hacían dejar de respirar en los túneles camino a San Ramón para pedir deseos. Y así.

Pidiendo un deseo y ocho cervezas.
Casa de cartas que se derrumba y
expande.

Aquí estas.

Dormida en mi cuarto. Canto ultramar. Tu cuerpo encendido que estalla como el misil Sejil 2. Como un llanto inocente y triste. Hacer el amor al costado de las luces en navidad. Love is lub for the creatures y tu eres mía.

Yo recuerdo cuando de niño soñé dormir en tu pecho. Me levante en una carpa en el kilómetro 116, succionado por una cueva que me lleva a la segunda playa. Félix, el salvavidas, me trajo a ti. Luego mi cabeza salió del agua y te beso.

28/12/09

el autoretrato de perro

A mi tráeme un pincel
poca retina
colores mojados
y podremos filmar
la cuarentena del phalo
la apoteosis
boca aro azul
del reviente
sobre tu cabeza
rimaykullayki
espero que hayas llegado bien
y que cuzco te abrace
como yo abrazo la noche
el perro y perro
ahora crecido
se ha dejado vencer
compro dos tableros
e hizo la cama
naranja, papaya y melón
sus tres hijos
adorados
se tragaron a si mismos
luego
recogió sus partes
de la misma manera
con la que teje mi anciana
mujer
la herida de mi pierna
envase
como requiere el sistema
salgo a la calle
nado en la orilla
regalo un jugo fresco
y aire.