A morir a la orilla.

Infinihit 3.

Pez.

Déjame verte, me perteneces.

Desde que éramos coágulos transparentes, pequeñas bolsas fetales, caramelos de arroz.

Me perteneces,

como lo es el verano

al sexo, el sexo al placer y el placer

al amor.

Has caído en la malla de resaca recogida por los pescadores. El placer del agua y respirar,

muerto pez.

Bronqueo enamorado.

Hoy es el día, en que te escojo,

brea de color que entre tantos desapareces,

dichoso tu cubo metálico.

Desprendido animal.

La estela de tus movimientos, ultramar.

Te beso y relamo tus dientes.

Pequeños colmillos de Venus.

Respiras, me observas dormido con tus ojos burbuja.

Yo me niego a pensar

que tu y yo somos uno,

pero, dependo de ti y ahora no

te puedes alejar.

No puedes dejarme herido,

con las extremidades sucias y esparcidas,

luz de avión en el cielo.

Yo soy el verdadero pez.

El único que ha caído.

Solo, recoges mis partes,

tomas las más saladas

y apoyas mi cabeza en tu pecho de piedra.

Yo soy el verdadero pez.

Te pertenezco.

Cualquiera de mis laminas vidriosas.

Mi cola desprendida.

Estos últimos respiros, pez.

Son palabras escarlatas, como un objeto perdido en el mar.

Así me has encontrado.

Infinihit 2.

Acabo de escupir desde el malecon pescadores en chorrillos. Las burbujas blancas espesas cemento desprendido del cielo. Flotan, como flota mi amigo que ahora prende nuevamente del fuego. Yo aterrice en su palabra y ahora los barcos regresan al puerto.

Con ligera calma.

Como cuando madre abraza y el olor a mañana de cuando era niño aparece.

Como viento blanco, recien doblado en cuatro partes y esquinado perfectamente sobre mi cama. Corria por todos estos pasadizos, ocres y guindas, terminaba siempre en la puerta de mi casa, torre G. Mala tambo tres cero dos. Uno.

Infinihit.

Escucho mi nombre viniendo desde lejos. A la vez, mi cabeza es una jaula y el ser, que sobrevuela y choca contra mis paredes como un pájaro torpe no lo conozco. Este pájaro, no reconoce ninguna de sus posesiones. Juega con las babas de su boca van tejiendo hilos rechazando propuestas. Entre los golpes que se propensa, cierta redención. La jaula consta de paredes ergonómicas como las de una vagina extendida. Olvida sus pequeñas y oxidadas varas y se vuelve sexo. Babas con olor a iglesia, babas. Saliva de sacrilegio. Saliva de vidrio amarillo. Estoy en tu sexo. Atrapado, siendo succionado por una fuerza oleosa. Pero lo raro, es que yo pienso ser succionad y ahora me doy cuenta. Es la realidad que despierta. Lo real era que estaba siendo escupido por tu sexo. Mientras que yo rechazaba la posibilidad binaria de estar o no estar. Sino, pender, de cualquiera de tus paredes, de miel en manos. De cuando estuvimos jugando Jenga con nuestros cuerpos, viendo, cual de nosotros dos, caía primero. Pero tu siempre tomabas las piezas azules. Y yo olvidaba que el verde, era un color, que merecía estar en el suelo. Donde mi jaula oscura lid ahora y no es pájaro.

Todo lo que necesitas
para una película
es una pistola
y una chica.

Godard.




Fade In

El cine Independiente llama la atención por su entidad fragmentada del estereotipo de películas. Su capacidad para cubrir colores, texturas e historias que normalmente el sistema de realización cinematográfica no ofrece, hace que acapare la atención de un público seleccionado, o mejor dicho, que se ha dejado seleccionar. Las historias de este cine como se menciona en un libro de las cien mejores películas de vanguardia, son “de una personalidad fresca y autocrítica consigo mismo y su entorno, y un espíritu de libertad abierto a todo tipo de géneros, idiomas, proyectos y sujetos[1]”.

Las películas independientes rompen con sistemas acordados, lo que para ellas mismas hacerse un espacio en el escaso englobador que son las grandes industrias de cine resulta difícil. Industrias con dinero suficiente para crear superproducciones e idiotizar a todo el público que llega a las salas. Las películas independientes, en su mayoría, son de autor, es decir historias y estéticas propias de un realizador, que al encasillarse como “independiente”, no supone de límites y censuras que se les podría propiciar al realizar películas más taquilleras. Por consiguiente, el cine independiente rompe con el sistema normal que el cine-vidente aprecia. De alguna u otra manera, la admiración por esta categoría de películas esta presente por sus contenidos simbólicos y estéticos, por esa alteración constante de lo usualmente visto.


El creador y la sobre valoración del trabajo propio

El creador de la historia es el primer personaje que empieza la estructuración de la película independiente. ¿Por qué una historia de película independiente es normalmente rechazada por las grandes industrias? Seguramente, por su contenido. Los contenidos de las películas de autor, son para los grandes juzgados de taquilla, poco rentables, debido a sus historias complicadas, realistas y hasta a veces extrañas. Esto es porque el creador de la película independiente se siente abierto a un mundo de posibilidades que el mundo moderno encierra. Aunque el cine pertenece al mundo moderno, sus historias no.

La posibilidad de este tipo de creación es una reacción contra el cansancio que impone, a algunos amantes del cine, el sistema. Sin duda, la rebelión del creador se ve contrastada con la creación de su trabajo, muchas veces desafiante en estilos, en movimientos de cámara, colores y guión. La estética que el creador va realizando desde el momento de la idea es ya aceptable por su entidad desafiante como innovadora. El creador rechaza el hecho de convertirse en una maquina competente del sistema, pero lo hace, al crear. La creación es una designa de la maquina competente: su producto.

Por eso, existen las dos caras de la creación. La creación que intenta romper con la categoría, creando otra categoría. Eso es un estigma para el realizador independiente que seguramente, cegado en su idea, piensa que puede ser la mejor del cine independiente haya realizado y caer en la sobre valoración de su trabajo. El proceso de seducción aquí se hace presente, el proceso del juego seductor, al ver tu guión realizado. Pero el sistema, no acepta ideas nuevas. Todas estas formas que propone el hecho de continuar con el proceso de producción de la película, todas estas intenciones de romper limitaciones y censuras, dificultades, bajos presupuestos, representaciones nuevas, de alguna o otra manera, forman parte de los contenidos consensuales del juego. Es decir, el proceso de seducción, desborda cuando se trata superar los agujeros que se dan para el realizador al realizar una película independiente. También, se podría dar en el caso contrario y un ejemplo claro, es el cine peruano, que al encontrar todas estas limitaciones, busca todavía llevar a la pantalla historias simples y repetitivas que creen que el público puede aceptar o pensar. Esto es por la negación propia a sus proyectos. El vértigo sin llegar a ser un seducido.

Al revisar a Landowski, uno puede encontrar en la zoo-semiótica, unas ciertas características que hacen de la representación de los animales, características humanas. En una de estas categorías, encontramos al Oso. Que según Landowski, es una entidad extraña, que se aleja de la sociedad para poder entenderla y representarla a su manera. Olvidando las representaciones cotidianas para crear las propias. El creador de cine independiente, podría vérsele como un Oso. Realizando una categoría aparte de la normal, alejado de los cánones estéticos industriales. Este Oso, a la vez, es un estigma para la sociedad y forma parte de las alteraciones que el mundo moderno busca desaparecer o enclaustrar.

Cuando un individuo posee un estigma muy visible, el simple contacto con los demás dará a conocer dicho estigma. Pero el conocimiento que los demás tienen de él dependerá de otro factor además de la visibilidad corriente: que conozcan o no al estigmatizado.[2] Es por eso mismo, que el sistema acepta al creador de cine independiente exitoso, y luego intenta producirlo como un director de grandes películas, para de esta manera, como sucede con la mayoría de creadores, caer en la mano de leyes y representaciones que nada mas limitan y censuran las ideas de su trabajo.



El antagonista: las industrias

En una entrevista a Quentin Tarantino por una obesa crítica de cine, se le pregunta si cree qué esta bien que en sus películas se expongan en las salas con tanta violencia y tanta sangre que muchas veces son vistas por niños. El responde, por supuesto, mis películas son hechas también para niños. A ellos les gusta. ¿Tu? ¿Qué quieres ver?. Sin duda, lo que Tarantino planteaba, era que existe un público para cada tipo de películas y que la visión de ellas no debía estar restringida según los contenidos porque a fin de cuenta son películas.

Los que las industrias rechazan, no es el discurso, sino el respaldo económico que se pueda lograr en la taquilla. Es por eso que la censura y los límites que imponen las grandes corporaciones, son medidas estudiadas que supuestamente, garantizando el éxito de la historia. Acompañado también, por el poco riesgo que desean correr al proponer ideas nuevas, muchas veces de fuerte contenido y explícitos mensajes. Las industriar, al manejar una gran cantidad de dinero, no pueden ingresar a la etapa de azar. Apostar por una película independiente, es notablemente, entrar en el azar. Ellos tienen que asegurar su continuidad, al buscar productos y entidades competentes que estén dispuestos, bajo su identidad, a producir algo ya creado y legitimado por los cánones que rigen la millonaria industria del cine.

Las industrias, al producir esta negación crean diferentes circuitos, que son acontecimientos de las distintas operaciones que el sistema impone. Esos sistemas que se van creando y aceptando, debido a que uno tiene que convivir con ello por la gran comunicación en masa que ha reproducido el ultimo siglo, se pueden reconocer tres puntos básicos, que por la poca con sensualidad hacia los productos independientes han ido formando parte, hasta incrustarse en el sistema global.

1) El aletargamiento del pensamiento y consumo del cine-vidente.
2) Las mínimas posibilidades que se lo ofrece al realizador independiente.
3) La negación a la creación de nuevas industrias interesadas en opciones diferentes en el cine.

Pero, no siempre la industria millonaria ha rechazado las películas independientes. Muchas veces al encontrar el producto realizado y con una excelente producción decide apoyarlo. Este podría ser el caso de Barton Fink de los hermanos Coen que afirmaban que no querían ver expuesta su película en el “contaminado mundo de Hollywood” pero luego, al producirse un éxito en la crítica estadounidense, la película fue comprada por varias salas y corporaciones que acapararon la taquilla para convertirse en una película aclamada. En este caso podemos ver el proceso de desterritorialización, de lo que es: el cine independiente. Al ser una película de alguna manera, marginada por su contenido, pasa a ser una película que se puede ver a muchas horas y en muchas salas acompañada por grandes apuestas industriales. En ese momento, se territorializa como una película industrial, llevada a las mejores salas y a los mejores festivales, ganando éxito mediático, premios y adjudicándose criticas respetables. Para, luego, una vez mas desterritorializarse y convertirse en una película insignia del cine independiente. Todo se produce a través de una cadena sistemática que si siempre va a intentar, clasificar y categorizar el producto realizado.

El proceso de territorializacion-desterretioralizacion-territorializacion de una película independiente a una industrial, cumple con los procesos de categorización del mundo moderno. Alzando en manos, el objeto mediáticamente exitosos, para luego transformarlos a otro estado y ser consumido.


El mensaje y su capacidad de absorbencia

El cine independiente, dotado de su cuerpo flexible y simbólico, con la capacidad de ser arte del tiempo, al igual que la música, nos seduce con su capacidad de absorbencia, de entretenimiento y juego, no solo visual, sino también de desplazamientos en la cual la audiencia esta incluida. Desde el recorrido interpretativo que los cuerpos le den a la historia, hasta lo que intrínsecamente afecta en ellos después de la experiencia. El juego que se produce entre el espectador y el material presentado opera de manera que los tocas sensorialmente, produciendo una inserción de sus cuerpos al material, volviéndolos uno solo. La película y la audiencia son una misma entidad que se transforma, muta y se desplaza, haciendo que sus cuerpos integrantes reaccionen con movimientos y respuestas.

No se puede hablar de las calidades estéticas de la imagen de un film, sin considerar su contenido, es decir, lo que representa. El cine es un arte prodigiosamente realista, o mejor dicho, el que nos da mejor la impresión de la realidad restituyendo fielmente sus apariencias. [3]

En el caso del cine independiente, los mensajes llevan características de distinto tipo a las usuales que afectan a esta entidad que se menciona en líneas anteriores. La composición del encuadre que tiene la tendencia de captar la expresiva del rostro humano, los encuadres a veces inclinados mostrando el desequilibrio que los cuerpos poseen, el expresionismo ambiental y el contenido mental. La interpretación de su mensaje, la absorción de la realidad, de tu calle y el reconocimiento de esta entidad en sus historias.

En el caso de la película Reservoir Dogs, de característica independiente, la audiencia se ve seducida por su aspecto real y el reconocimiento del material en la integridad de su cuerpo. El publico de películas independiente, busca realidades cercanas y productos tanto identificables, como innovadores en sus aspectos. El crimen que se presenta constantemente a lo largo de la película, el ruido, consta de un reconocimiento bastante claro del sistema, del juego en la calle. Marcado por connotaciones morales, realidad temporal y seducción entre personajes-audiencia.
Fade out

Al organizar la vía de producción cinematográfica encontramos circuitos diferentes. El cine independiente, sin duda, rompe con el sistema de características normales. Pero, en esta intención de lejanía, de lo independiente, se crea un nuevo circuito, legitimándolo y volviéndolo parte de las categorías del tipo cine. Su característica libre y sin autocensuras es un fuerte componente seductor para los realizadores que intentan herir al sistema, con la capacidad de corromper los reglamentos básicos de su realización. El autor se siente parte del juego de romper lo establecido, lo visto, lo cotidiano, para luego, formar parte de ello y ser parte de una gran cadena de integración e inclusión categórica.