4/12/09


Infinihit 3.

Pez.
Déjame verte, me perteneces.
Desde que éramos coágulos transparentes, pequeñas bolsas fetales, caramelos de arroz.
Me perteneces,
como lo es el verano
al sexo, el sexo al placer y el placer
al amor.
Has caído en la malla de resaca recogida por los pescadores. El placer del agua y respirar,
muerto pez.
Bronqueo enamorado.
Hoy es el día, en que te escojo,
brea de color que entre tantos desapareces,
dichoso tu cubo metálico.
Desprendido animal.
La estela de tus movimientos, ultramar.
Te beso y relamo tus dientes.
Pequeños colmillos de Venus.
Respiras, me observas dormido con tus ojos burbuja.
Yo me niego a pensar
que tu y yo somos uno,
pero, dependo de ti y ahora no
te puedes alejar.
No puedes dejarme herido,
con las extremidades sucias y esparcidas,
luz de avión en el cielo.
Yo soy el verdadero pez.
El único que ha caído.
Solo, recoges mis partes,
tomas las más saladas
y apoyas mi cabeza en tu pecho de piedra.
Yo soy el verdadero pez.
Te pertenezco.
Cualquiera de mis laminas vidriosas.
Mi cola desprendida.
Estos últimos respiros, pez.
Son palabras escarlatas, como un objeto perdido en el mar.
Así me has encontrado.

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